Los gatos del parque Kennedy
No son palomas pero disfrutan la naturaleza como tales: se espulgan, se estiran al sol, beben agua de charquitos, dormitan entre las flores o bajo las bancas, se suben a algún árbol, remolonean entre la hierba. De hecho, desde que están allí ya casi no hay palomas: las persiguen, las alejan. Pero tampoco hay ratas y pericotes, indeseables huéspedes masivos hasta hace algunos años. Los gatos del parque Kennedy han encontrado su paraíso y se pasean complacientes a lo largo de las más de dos manzanas de área verde del centro administrativo y comercial de Miraflores. Y son todo un ejemplo de vida serena y despreocupada: más aún si consideramos que están dentro de Lima. Algunos aseguran que una plaga de roedores hizo que el alcalde traiga una pareja de gatos a la Municipalidad con la intención de impedir el aumento de esos pequeños animales; sin embargo, existe otra teoría sobre su aparición en el parque. Cuentan que los primeros gatos llegaron al Parque Kennedy en 1994. Deja