Soy un gato – Natsume Soseki




Es una novela escrita entre 1905 y 1906 por el escritor japonés Natsume Soseki.

Es una visión diferente y aguda del comportamiento humano, a través de los ojos de un felino.
Hay una opinión extendida de que los animales terminan por parecerse a sus dueños (aunque más bien creo que son los dueños los que, con buen criterio, terminan pareciéndose a sus mascotas). Soy un gato, la primera obra de Natsume Söseki, corrobora plenamente esta teoría llevándola un paso más allá ya que el animal asume incluso la filosofía de vida de su amo.

En esta obra de Söseki hay una variante: El protagonista y narrador es un gato pero plenamente integrado en la sociedad humana, que vive en la casa de Kushami (un patético maestro de escuela) y que observa, entre el escándalo y la sorpresa las estúpidas costumbres de su amo y de los amigos que le rodean, una peculiar sociedad que sirve al autor de excusa para los pasajes más cómicos de la novela.

La figura del maestro es el principal objeto de las burlas del gato que no tolera ninguna de sus costumbres salvo la de acariciarle la cabeza mientras dormita en su estudio. Pero qué otra cosa podría esperarse del pobre animal cuando su presencia es simplemente tolerada y ni tan siquiera se le ha puesto un nombre (lo que le avergüenza en extremo ante los gatos del vecindario). ¡Qué mayor prueba de la estupidez de Kushami que el hecho de no haber nombrado a su gato!

De entre su círculo de amigos destaca el genial bromista Meitei cuya principal ocupación parece la de tomar el pelo a sus amigos una y otra vez con los comentarios o provocaciones más absurdas sin que estos sean capaces de anticiparse las mismas cayendo repetidamente en sus burlas. Precisamente Meitei es el único amigo de Kushami que el gato tolera a causa de su ingenio y a las anécdotas tan ocurrentes que siempre cuenta.

Natsume Soseki.

Soy un gato, obra que su autor publicó por entregas y que alcanzó un gran éxito gracias a su comicidad. Quizá hoy en día refleje aún mejor que en su tiempo, ese trance en que se debaten sus personajes, camino de la nada (destino que alcanzará el gato en sus últimas páginas) y que permite trazar numerosos comparaciones con nuestros días, tan solo nos falte, tal vez, el gato que dé cuenta de nuestra estupidez. Es una historia definitivamente hermosa que nos lleva a ver la vida más haya de como la percibimos como humanos, que de alguna manera nos ayuda a reflexionar y que tiene otras perspectivas de nuestra existencia.

Aclaro que el libro necesita un poco de paciencia para entrar en el, pero una vez que te acostumbras al estilo y al “sentido del humor” peculiar, te resultará muy entretenido. En mi caso fue la pereza el mejor estado para leer este libro y simpatizar con el gato que era extremadamente perezoso y su amo aún más perezoso. Si finalmente te decides a leer, espero que lo disfrutes. Y eso fue todo en este post, tengan un purrrfecto día, nos leemos en otra oportunidad.

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